Un poco de práctica [LIBRE ]

Habia terminado de cazar, algo de lo más facil unavez mas.
El sol comenzaba a esconderse dejando relucir su esplendido atardecer, me alejé de la multitud aumada en el efluvio delhumano del que habia bebido.
Me introducí en los adentros del bosque mientras caminaba a paso lento, habia saciado mi sed, pero no queria regresar al castillo.
Me percaté del aroma de un vampiro carnívoro y me acerqué, yacía a mis pies una capa negra, inconfundible, la de mi aquelarre. Y el aroma que invadia la tela era el de Demetri.
Suspiré con pesadez y lanzé mi capa junto a la suya, que cayo en silencio.
Trepé con sigilo a sus espaldas por el arbol y lo empujé levemente.
Reaccióno con posición defensiva y cayo al suelo mientras yo lomiraba absorta en risas.
- Buen susto eh? - grité desde arriba mirandolo.

Me encojí de hombros restandole importancia a sus primeras palabras.
- O mejor, tu no me atacas ahora porque dejaste de llorar por la partida de tu novia, o por que te miraste en un espejo al sool y viste que brillabas - murmuré fuerte desde la cima del árbol.
Salté de la copa hacia elsuelo, cayendo sigilosamente y con suavidad, deteniendome con las manos en elsuelo.
Me incorporé y caminé hacia su lado para agarrar la capa que yacía a sus pies.
- Un pequeño percanse que tuve con Gianna, y antes de beber su jodida sangre Aro prefirió que me alejase de alli. y que fuese a beber mientras Alec dejaba de comtemplar los diamantes magicos de su piel y se encargaba de custodiar el castillo- dije encogiendome de hombros.
Sonrei para mi misma, de aseguro mi hermano, el vanidoso de Alec ahora estaba comtemplando el brillo de su piel, y pensado - Que apuesto soy-
Cruzé por delante suyo poniendome la cama, que chocó contra su cara pero no me molesté en disculparme, nunca lo hacía. Y me puse a andar de nuevo a mi hogar.

Siempre igual de molesto, intentando fastidiarme, salirse de los limites para irritarme.
- Acaso crees que tengo miedo que me des una paliza? - murmuré alzando una ceja, interrogandole con la mirada.
- Yo me fijaria en quien es el cobarde - dije chasqueando los dientes y dando un paso hacia delante.
Su poder para hacerme irritar ya comenzaba a funcionar en mi. Pero iba a aguantar un poco más y luego quizas si atacase.
Segui mirandolo con el ceño fruncido mientras hablaba.
Mi mirada cambio a la más oscura, la más fria y malévola. La dolorosa y penetrante mirada que arrasaba con todo lo lindo de una personalidad, dejando el sufrimiento que no terminaba nunca hasta que dejaba mi don tranquilo.
Le di una descarga mientras lo miraba seria.
- Yo me preocuparia por ti, si eres un chucho de la manada, eres igual de repugnante a ellos - escupí las ultimas palabras en su cara mientras me acercaba y me abalanzé sobre su cuerpo.
Tomé su brazo y lo tiré hacia uno de los arboless, que sonó con un desgarrador y fuerte sonido. Su cuerpo chocó contra el tronco produciendo que este se quebrara.
Mis labios se curvaron enuna sonrisa malévola y me acerqué a el con rapidez mientras seguia haciendo uso de mi don.
Sonreí ante su grito de dolor, la expresión de su rostro agonizando y coloqué una de mis manos en su garganta mientras lo aplastaba contra la pared.
Me acerqué a su oído lentamente.
- Algo para decir Demetri? - le susurré con voz dulce.